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lunes, 12 de enero de 2015

"El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia"

Lunes de la primera semana del tiempo ordinario

Carta a los Hebreos 1, 1-6.

Después de haber hablado antiguamente a nuestros padres por medio de los Profetas, en muchas ocasiones y de diversas maneras, ahora, en este tiempo final, Dios nos habló por medio de su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas y por quien hizo el mundo. El es el resplandor de su gloria y la impronta de su ser. El sostiene el universo con su Palabra poderosa, y después de realizar la purificación de los pecados, se sentó a la derecha del trono de Dios en lo más alto del cielo. Así llegó a ser tan superior a los ángeles, cuanto incomparablemente mayor que el de ellos es el Nombre que recibió en herencia. ¿Acaso dijo Dios alguna vez a un ángel: Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy? ¿Y de qué ángel dijo: Yo seré un padre para él y él será para mi un hijo? Y al introducir a su Primogénito en el mundo, Dios dice: Que todos los ángeles de Dios lo adoren.


Salmo 97 (96), 1-2.6-7.9.

¡El Señor reina! Alégrese la tierra,
regocíjense las islas incontables.
Nubes y Tinieblas lo rodean,
la Justicia y el Derecho son la base de su trono.

Los cielos proclaman su justicia
y todos los pueblos contemplan su gloria.
Se avergüenzan los que sirven a los ídolos,
los que se glorían en dioses falsos;

todos los dioses se postran ante él.
Porque tú, Señor, eres el Altísimo:
estás por encima de toda la tierra,
mucho más alto que todos los dioses.


del Evangelio según San Marcos 1,14-20.

Después que Juan fue arrestado, Jesús se dirigió a Galilea. Allí proclamaba la Buena Noticia de Dios, diciendo: "El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia". Mientras iba por la orilla del mar de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que echaban las redes en el agua, porque eran pescadores. Jesús les dijo: "Síganme, y yo los haré pescadores de hombres". Inmediatamente, ellos dejaron sus redes y lo siguieron. Y avanzando un poco, vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban también en su barca arreglando las redes. En seguida los llamó, y ellos, dejando en la barca a su padre Zebedeo con los jornaleros, lo siguieron.


LECTIO DIVINA

Oración inicial

Muéstrate propicio, Señor, a los deseos y plegarias de tu pueblo; danos luz para conocer tu voluntad y la fuerza necesaria para cumplirla. Por nuestro Señor. Amén.

Reflexión

• Después de que tomaron preso a Juan, Jesús fue a la provincia de Galilea y empezó a proclamar la Buena Nueva de Dios. Juan fue tomado preso por el rey Herodes porque denunció el comportamiento inmoral del rey (Lc 3,18-20). ¡La prisión de Juan Bautista no asustó a Jesús! Vio en ella una señal de la llegada del Reino. Y hoy, ¿sabemos leer los hechos de la política y de la violencia urbana para anunciar la Buena Nueva de Dios?

• Jesús proclamaba la Buena Nueva de Dios. La Buena Nueva de Dios no solamente porque viene de Dios, sino que también y sobre todo porque Dios es su contenido. Dios, El mismo, es la mayor Buena Nueva para la vida humana. Responde a la aspiración más profunda de nuestro corazón. En Jesús aparece lo que acontece cuando un ser humano deja que Dios entre y reine. Esta Buena Nueva del Reino de Dios anunciada por Jesús tiene cuatro aspectos:

a) ¡El plazo está vencido! Para los demás judíos el plazo no estaba vencido todavía. Faltaba mucho para la llegada del Reino. Para los fariseos, por ejemplo, el Reino podía llegar sólo cuando fuera perfecta la observancia de la Ley. Jesús tiene otro modo de leer los hechos. Dice que el plazo está vencido.
b) ¡El Reino de Dios se ha acercado! Para los fariseos la llegada del Reino dependía de sus esfuerzos. Llegaría sólo después que ellos hubiesen observado toda la ley. Jesús dice lo contrario: ¡El Reino se ha acercado!” Ya estaba allí, independientemente del esfuerzo hecho. Cuando Jesús dice: “¡El Reino se ha acercado!”, no quiere decir que el Reino estaba llegando en ese momento, sino que ya estaba allí. Aquello que todos esperaban, ya estaba presente en sus vidas, y ellos no lo sabían, no lo percibían (cf. Lc 17,21). ¡Jesús lo percibió! Pues él leía la realidad con una mirada diferente. Jesús revelará a los pobres de su tierra esta presencia escondida del Reino en medio de la gente. Es ésta la semilla del Reino que recibirá la lluvia de su palabra y el calor de su amor.
c) ¡Conviértanse! El sentido exacto es mudar la forma de pensar y de vivir. Para poder percibir la presencia del Reino en la vida, la persona tendrá que empezar a pensar y a vivir de forma distinta. Tendrá que mudar de vida y encontrar otra forma de convivencia. Tendrá que dejar de lado el legalismo de la enseñanza de los fariseos y permitir que la nueva experiencia de Dios invada su vida y le dé ojos nuevos para leer y entender los hechos.
d) ¡Crean en la Buena Nueva! No era fácil aceptar este mensaje. No es fácil empezar a pensar de forma distinta de todo lo que uno ha aprendido, desde pequeño. Esto sólo es posible mediante un acto de fe. Cuando alguien viene a traer una noticia diferente, difícil de ser aceptada, usted la aceptará sólo si la persona que trae la noticia es de confianza. Y usted dirá a los demás: “Pueden ustedes aceptar. Yo conozco a la persona. No engaña. ¡Es de confianza!” ¡Jesús es de confianza!

• El primer objetivo del anuncio de la Buena Nueva es formar comunidad. Jesús pasa, mira y llama. Los cuatro primeros en ser llamados: Simón, Andrés, Juan y Santiago, escuchan, lo dejan todo y siguen a Jesús para formar comunidad con él. ¡Parece amor a primera vista! Según el relato de Marcos, todo aconteció durante el primer encuentro con Jesús. Comparando con otros evangelios, la gente percibe que los cuatro ya conocían a Jesús (Jn 1,39; Lc 5,1-11). Ya tuvieron la oportunidad de convivir con él, de verle cuando ayudaba a la gente y de escucharle en la sinagoga. Sabían como vivía y lo que pensaba. El llamado no fue cosa de un momento, sino más bien de repetidos llamados e invitaciones, de avances y retrocesos. ¡El llamado comienza y vuelve a empezar siempre de nuevo! En la práctica, coincide con la convivencia de los tres años con Jesús, desde el bautismo hasta el momento en que Jesús fue levantado al cielo. (He 1,21-22). Entonces, ¿por qué Marco nos lo presenta como un hecho repentino de amor a primera vista? Marcos piensa en el ideal: el encuentro con Jesús tiene que producir un cambio radical en nuestra vida.

Para la reflexión personal

• Un hecho político, la prisión de Juan, llevó a Jesús a que iniciara el anuncio de la Buena Nueva de Dios. Hoy, los hechos políticos y sociales ¿influyen en el anuncio que hacemos de la Buena Nueva a la gente?
• “¡Conviértanse! ¡Crean en la Buena Nueva!” ¿Cómo está aconteciendo esto en mi vida?

Oración final

Porque tú eres Yahvé,
Altísimo sobre toda la tierra,
por encima de todos los dioses. (Sal 97,9)

(fuente: ocarm.org)

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