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viernes, 19 de diciembre de 2014

"Esto es lo que el Señor ha hecho por mí"

Feria de Adviento: Semana antes de Navidad


Libro de los Jueces 13,2-7.24-25a.

Había un hombre de Sorá, del clan de los danitas, que se llamaba Manóaj. Su mujer era estéril y no tenía hijos. El Angel del Señor se apareció a la mujer y le dijo: «Tú eres estéril y no has tenido hijos, pero vas a concebir y a dar a luz un hijo. Ahora, deja de beber vino o cualquier bebida fermentada, y no comas nada impuro. Porque concebirás y darás a luz un hijo. La navaja nunca pasará por su cabeza, porque el niño estará consagrado a Dios desde el seno materno. El comenzará a salvar a Israel del poder de los filisteos». La mujer fue a decir a su marido: «Un hombre de Dios ha venido a verme. Su aspecto era tan imponente, que parecía un ángel de Dios. Yo no le pregunté de dónde era, ni él me dio a conocer su nombre. Pero me dijo: "Concebirás y darás a luz un hijo. En adelante, no bebas vino, ni comas nada impuro, porque el niño estará consagrado a Dios desde el seno de su madre hasta el día de su muerte".» La mujer dio a luz un hijo y lo llamó Sansón. El niño creció y el Señor lo bendijo. Y el espíritu del Señor comenzó a actuar sobre él.


Salmo 71(70), 3-4a.5-6ab.16-17.

Sé para mí una roca protectora, Señor,
tú que decidiste venir siempre en mi ayuda,
porque tú eres mi Roca y mi fortaleza.
¡Líbrame, Dios mío, de las manos del impío!

Porque tú, Señor, eres mi esperanza
y mi seguridad desde mi juventud.
En ti me apoyé desde las entrañas de mi madre;
desde el seno materno fuiste mi protector.

Vendré a celebrar las proezas del Señor,
evocaré tu justicia, que es sólo tuya.
Dios mío, tú me enseñaste desde mi juventud,
y hasta hoy he narrado tus maravillas.


del Evangelio según San Lucas 1, 5-25.

En tiempos de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote llamado Zacarías, de la clase sacerdotal de Abías. Su mujer, llamada Isabel, era descendiente de Aarón.
Ambos eran justos a los ojos de Dios y seguían en forma irreprochable todos los mandamientos y preceptos del Señor.
Pero no tenían hijos, porque Isabel era estéril; y los dos eran de edad avanzada.
Un día en que su clase estaba de turno y Zacarías ejercía la función sacerdotal delante de Dios, le tocó en suerte, según la costumbre litúrgica, entrar en el Santuario del Señor para quemar el incienso.
Toda la asamblea del pueblo permanecía afuera, en oración, mientras se ofrecía el incienso.
Entonces se le apareció el Angel del Señor, de pie, a la derecha del altar del incienso.
Al verlo, Zacarías quedó desconcertado y tuvo miedo.
Pero el Angel le dijo: "No temas, Zacarías; tu súplica ha sido escuchada. Isabel, tu esposa, te dará un hijo al que llamarás Juan. El será para ti un motivo de gozo y de alegría, y muchos se alegrarán de su nacimiento, porque será grande a los ojos del Señor. No beberá vino ni bebida alcohólica; estará lleno del Espíritu Santo desde el seno de su madre, y hará que muchos israelitas vuelvan al Señor, su Dios. Precederá al Señor con el espíritu y el poder de Elías, para reconciliar a los padres con sus hijos y atraer a los rebeldes a la sabiduría de los justos, preparando así al Señor un Pueblo bien dispuesto".
Pero Zacarías dijo al Angel: "¿Cómo puedo estar seguro de esto? Porque yo soy anciano y mi esposa es de edad avanzada".
El Angel le respondió: "Yo soy Gabriel , el que está delante de Dios, y he sido enviado para hablarte y anunciarte esta buena noticia.
Te quedarás mudo, sin poder hablar hasta el día en que sucedan estas cosas, por no haber creído en mis palabras, que se cumplirán a su debido tiempo".
Mientras tanto, el pueblo estaba esperando a Zacarías, extrañado de que permaneciera tanto tiempo en el Santuario.
Cuando salió, no podía hablarles, y todos comprendieron que había tenido alguna visión en el Santuario. El se expresaba por señas, porque se había quedado mudo.
Al cumplirse el tiempo de su servicio en el Templo, regresó a su casa.
Poco después, su esposa Isabel concibió un hijo y permaneció oculta durante cinco meses.
Ella pensaba: "Esto es lo que el Señor ha hecho por mí, cuando decidió librarme de lo que me avergonzaba ante los hombres".


LECTIO DIVINA

Oración inicial

Dios y Señor nuestro, que en el parto de la Virgen María has querido revelar al mundo entero el esplendor de tu gloria: asístenos con tu gracia, para que proclamemos con fe integra y celebremos con piedad sincera el misterio admirable de la encarnación de tu Hijo. Que vive y reina ....

Reflexión

• El evangelio de hoy nos habla de la visita del ángel Gabriel a Zacarías (Lc 1,5-25). El evangelio de mañana nos habla de la visita del mismo ángel Gabriel a María (Lc 1,26-38). Lucas coloca las dos visitas la una al lado de la otra, para que nosotros, leyendo los dos textos con atención, percibamos las pequeñas y significativas diferencias entre las dos visitas, entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. Trata de descubrir las diferencias entre las visitas del ángel Gabriel a Zacarías y a María por medio de las siguientes preguntas: ¿Dónde aparece el ángel? ¿A quién aparece? ¿Cuál es el anuncio? ¿Cuál es la respuesta? ¿Cuál es la reacción de la persona visitada después e la visita? Etc.
• El primer mensaje del ángel de Dios a Zacarías es: “¡No temas!” Hasta hoy, Dios sigue causando miedo a mucho gente y hasta hoy el mensaje sigue siendo válido: “¡No temas!” Inmediatamente después, el ángel dice: “¡Tu oración ha sido escuchada!” En la vida, ¡todo es fruto de oración!
• Zacarías representa el Antiguo Testamento. El cree, pero su fe es débil. Después de la visita, se queda mudo, incapaz de comunicar con los demás. La economía anterior, revelada en Zacarías, estaba en el final de sus capacidades, había agotado sus recursos. La nueva economía de Dios estaba por llegar en María.
• En el anuncio del ángel aparece la importancia de la misión del niño que va a nacer y cuyo nombre será Juan: “No beberá vino ni licor, y estará lleno de Espíritu Santo ya desde el seno de su madre”, esto es, Juan será una persona enteramente consagrada a Dios y a su misión.“Por él muchos hijos de Israel volverán al Señor su Dios, pues el abrirá el camino al Señor con el espíritu y el poder del profeta Elías para reconciliar a los padres con los hijos. Hará que los rebeldes vuelvan a la sabiduría de los buenos, con el fin de preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.", esto es, en el niño Juan acontecerá el esperado retorno del profeta Elías que vendrá a realizar la reconstrucción de la vida comunitaria: reconciliar a los padres con los hijos y hacer que los rebeldes vuelvan a la sabiduría de los buenos.
• De hecho, la misión de Juan fue muy importante. Para la gente él era un profeta (Mc 11,32). Muchos años después, en Efeso, Pablo encontró a personas que habían sido bautizadas en el bautismo de Juan (Hec 19,3)
• Cuando Isabel, siendo ya vieja, concibe y queda embarazada, se escondió por cinco meses. Por el contrario, María en vez de esconderse salió de su casa, para servir.

Para la reflexión personal

• ¿Qué te llama más la atención en esta visita del ángel Gabriel a Zacarías?
• Convertir el corazón de los padres hacia los hijos y de los hijos hacia los padres, esto es, reconstruir el tejido de relaciones humanas en la base y rehacer la vida en comunidad. Esta es la misión de Juan. Fue también la misión de Jesús y sigue siendo hoy la misión más importante. ¿Cómo contribuyo en esta misión?

Oración final

Pues tú eres mi esperanza, Señor,
mi confianza desde joven, Yahvé.
En ti busco apoyo desde el vientre,
eres mi fuerza desde el seno materno. (Sal 71,5-6)

(fuente: ocarm.org)

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